Locura es estar ausente, humo es todo lo que queda, de mi la página que no hay, cae al suelo mi figura, y libre de mi se muere el papel de pura ausencia.
Tus canciones hablan de ángeles y de cosas que cuestan la vida al ojo humano.
Un verso mío de poemas de manicomio de Mondragón.
Supongo que en la poesía lo de ser feo o guapo tampoco importa demasiado.
Suave como el peligro trazaste un día con tu mano imposible la frágil medianoche.. y tu mano valía mi vida y muchas vidas, y tus labios casi mudes decían lo que era el pensamiento.
Pasé una noche a tí pegado como un árbol de vida porque era suave como el peligro, como el peligro de mi vida.
La religión es el opio del pueblo, eso decía Marx, frase que no se ve no es tan ofensiva para la religión. La religión es el espíritu de una situación sin espíritu, el corazón de un mundo sin corazón, la religión es el opio del pueblo.
"Sois vosotros los que están en la cárcel, yo no". Y el poema desapareció entre las azules sombras dejando un luminoso halo de clarividencia y lucidez. Adios Rey Marciano, nuestros dos mundos separados por la verja del racionalismo, el loco más loco del mundo.
Como caballeros, nosotros seguiremos buscando el santo grial de inocencia, su majestad ya sabe lo que estamos hablando, ya sabe lo que estamos pensando, sabe que los que estamos, estamos.
Tus canciones hablan de ángeles y de cosas que cuestan la vida al ojo humano.
Un verso mío de poemas de manicomio de Mondragón.
Supongo que en la poesía lo de ser feo o guapo tampoco importa demasiado.
Suave como el peligro trazaste un día con tu mano imposible la frágil medianoche.. y tu mano valía mi vida y muchas vidas, y tus labios casi mudes decían lo que era el pensamiento.
Pasé una noche a tí pegado como un árbol de vida porque era suave como el peligro, como el peligro de mi vida.
La religión es el opio del pueblo, eso decía Marx, frase que no se ve no es tan ofensiva para la religión. La religión es el espíritu de una situación sin espíritu, el corazón de un mundo sin corazón, la religión es el opio del pueblo.
"Sois vosotros los que están en la cárcel, yo no". Y el poema desapareció entre las azules sombras dejando un luminoso halo de clarividencia y lucidez. Adios Rey Marciano, nuestros dos mundos separados por la verja del racionalismo, el loco más loco del mundo.
Como caballeros, nosotros seguiremos buscando el santo grial de inocencia, su majestad ya sabe lo que estamos hablando, ya sabe lo que estamos pensando, sabe que los que estamos, estamos.
- Panero
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